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Requisitos para ser presidente de un país

Llegar a ser presidente de un país es probablemente uno de los honores más grandes para cualquier persona. Marcar su nombre en la historia de su nación permite que el legado de una persona sobreviva, incluso cuando solo ha permanecido cuatro años en el poder. En una época como la actual, donde la política está tan desprestigiada, pareciera que nadie se quiere dedicar profesionalmente a estos asuntos y mucho menos cargar con la responsabilidad de dirigir todo un país. Sin embargo, nunca faltan candidatos a la hora de presentarse a unas elecciones generales, buscando llegar a ese puesto de control en el gobierno. Ya sea por una verdadera intención de ayudar a los demás a través de la política, por pura ambición o por deseo de poder, lo cierto es que las pugnas entre candidatos son cada vez más feroces, incluso dentro de los propios partidos, por ver quién es el candidato más apropiado para conseguir llegar al poder.

Cada candidato presume de sus puntos fuertes y, con asiduidad, trata de debilitar al contrario mostrando sus flaquezas. Es una lucha de egos, de marketing en muchas ocasiones, para convencer a los votantes de que son la mejor elección posible. Lo que muy pocos se plantean son los requisitos mínimos y necesarios para ser presidente de un país, porque casi lo damos por hecho. Es evidente que la persona que se presente como candidata debe ser mayor de edad, y por norma general, también suele requerirse que dicho candidato tenga la nacionalidad del país en el que se presenta. Son dos requisitos muy lógicos, pero no son los únicos, ni mucho menos. Dependiendo del país, de la región, encontraremos otros requisitos también importantes para poder acceder a la presidencia de un país, requisitos que todos los candidatos y candidatas deben cumplir, y que en algunos casos están relacionados con la edad o con la experiencia previa de esos candidatos.

Todo depende de la región

Son las leyes de cada país y territorio las que determinan exactamente las necesidades y los requisitos que una persona debe cumplir para presentar su candidatura a las elecciones. El sistema de elección también cambia dependiendo del territorio, así que en algunos casos deberá pasar antes por una criba, por ejemplo, haber quedado como uno de los dos candidatos más votados en una primera vuelta. Eso sí, en ese momento ya debe cumplir también con los demás requisitos que se le demanden, especialmente los relacionados con la edad, la nacionalidad o la ausencia de delitos graves, algo que en muchos territorios está creando una gran polémica. Obviamente, estamos dejando fuera a aquellos presidentes que llegan al poder de forma no democrática, como a través de una revolución o un golpe de Estado.

Presidencia en España

Para llegar a ser Presidente de España existen tan solo cuatro requisitos necesarios que todo candidato debe cumplir de forma obligatoria. El primero es ser español de nacimiento, que no es lo mismo que tener la nacionalidad española, algo que todavía no ha generado ningún tipo de debate, pero que puede ser muy complejo en el futuro. El segundo requisito es el más común entre estas condiciones: ser mayor de edad. Obviamente, si alguien no tiene edad para votar tampoco debe tenerla para ser presidente. De la misma forma, esa mayoría de edad nos dota de derecho a voto, que es otra de las condiciones a tener en cuenta para presentarse como candidato. La última, y seguramente la más polémica de todas, es la de no estar inhabilitado para ejercer un cargo público, por algún tipo de sentencia que se haya llevado a cabo anteriormente.

Presidencia en Estados Unidos

Estados Unidos presume de ser siempre la nación más grande del mundo y una de las democracias más sanas e importantes. Su sistema es algo diferente al de España, ya que cualquier persona puede presentarse como candidata por un partido concreto en unas primarias, incluso sin haber “hecho carrera” en ese partido, y terminar convirtiéndose en candidato oficial a la presidencia del país. Eso sí, tiene que cumplir con tres requisitos indispensables. Tener la ciudadanía estadounidense, ya sea por nacimiento o  por consecución después de un tiempo en el país, haber vivido al menos catorce años en Estados Unidos, y ser mayor de 35 años. Es interesante que en Norteamérica no ubiquen la edad necesaria para ser presidente en la mayoría, en su caso, los 21 años, sino en 35, tal vez buscando a candidatos más maduros. Cumpliendo estos requisitos, cualquier hombre o mujer puede presentarse a uno de los cargos que más poder ostenta en nuestro planeta.

Presidente en Latinoamérica

España y Estados Unidos son dos democracias totalmente instauradas desde hace décadas, sistemas diferentes en su concepción pero que cuentan con una forma de elección muy similar. Si bajamos hasta Latinoamérica nos encontramos una mayor diferencia entre todos los países que conforman la región. Y es que cada nación tiene su propia forma de elegir a su presidente, y por supuesto, también cuenta con requisitos distintos, si bien van en la línea de los que ya hemos visto anteriormente. Pro empezar acá, en Chile, solo se piden tres requisitos, muy parecidos a los de EE.UU: haber nacido en el país, tener derecho a voto y ser mayor de cuarenta años. La edad es también muy importante en Colombia, donde se rebaja el requerimiento a los 30 años, aunque se sigue exigiendo el nacer en el país como un requisito ineludible.

En países como Bolivia o Argentina no hay imposición de edad, aunque sí de la tenencia de la nacionalidad, algo que por otra parte resulta bastante obvio. De hecho, en estos países se exigen los mismos requisitos para ser Senador que para ser Presidente, puesto que por su sistema electoral, la mayoría de candidatos presidenciales pasan antes por la cámara del Senado. Ecuatorianos y Costarricenses también tienen muy en cuenta la edad, como único límite para poder presentarse. Lo más notorio lo encontramos en El Salvador, donde además de tener al menos treinta años y ser salvadoreño de nacimiento, uno de los requisitos alude a “tener una moralidad e instrucción notorias”, algo así como ser un ciudadano ejemplar. Evidentemente, esto se refiere a un historial delictivo limpio o leve, pero se puede tomar de muchas formas posibles, y es que curioso que aparezca de esa forma en la propia constitución del país.